Oscar Grant: Un veredicto contra el racismo y en pro de la liberación

oscar_grant_posterpor Sanyika Bryant, Robbie Clark, Vanessa Moses y Dawn Phillips (Póster de Paul Barron)

Hemos tenido serios, apasionados y críticos diálogos entre nosotros mientras esperamos el veredicto del juicio de Johannes Mehserle. La ejecución de un inocente hombre negro desarmado, la subsecuente investigación y arresto, y el juicio actual han expuesto la realidad del racismo estructural inherente a nuestro sistema de injusticia criminal. Esta tragedia ha provocado una importante discusión política que consideramos muy importante y en la que queremos participar y contribuir respetuosamente.

Nuestro derecho a reunirnos

La gente de Oakland tiene justificada ira por la muerte de Oscar Grant, y deseamos expresarla. No olvidemos que hasta ahora si ha habido alguna apariencia de justicia en este caso es simplemente gracias al esfuerzo de miles de personas que lo han exigido en forma espontánea, sostenida y organizada. No podemos guardar silencio ante el no reconocimiento del valor de la vida de los negros y la constante amenaza a la seguridad de nuestros hijos y padres, nuestras hermanas y vecinos. Es tanto nuestro derecho como nuestro deber reunirnos. Creemos que nuestro derecho a juntarnos y protestar no debe estar amenazado por el temor a la represión policial. Por eso hacemos un llamado al Departamento de Policía de Oakland para que ejercite completa circunspección y respete todos los derechos civiles cuando responda a acciones masivas o protestas que surgirán como resultado del veredicto de este juicio.

Aquellos de nosotros que pensamos estar en las calles, no olvidemos ni dejemos que otros olviden que tenemos la responsabilidad de cuidarnos unos a los otros. Debemos apoyar a todos los miembros de la comunidad que en forma segura ejercitan su derecho a protestar y participar – madres y niños, nuestros ancianos y toda persona no importa su capacidad o edad. Queremos honrar el llamado de la familia Grant que ha pedido que “nuestra protesta sea ruidosa, poderosa pero sin violencia”.

No podemos dejar de organizarnos

Independientemente del veredicto del juicio de Mehserle, el resultado no será suficiente. Las instituciones que lo entrenaron y que lo han apañado continuamente y financiado a lo largo del proceso legal, están comprometidas a adoptar la misma actitud para apoyar a otros oficiales que acosan, humillan, usan perfiles raciales y aterrorizan nuestros barrios diariamente. Mehserle apretó el gatillo pero son varios los que deben compartir la responsabilidad. Esas instituciones, su policía y sus prácticas siguen igual, no han cambiado con este proceso judicial. No podemos dejar de organizarnos hasta que los sistemas e instituciones que perpetúan este terror se hayan transformado radicalmente.

Racismo es la fundación de este país, y se manifiesta en innumerables formas: desde el aburguesamiento de los barrios urbanos hasta el desplazamiento masivo de las personas negras de Oakland, desde la legalización del uso de perfiles raciales de los inmigrantes con leyes como la SB 1070 en Arizona hasta los mandatos judiciales contra las pandillas criminales en la zona norte de Oakland y San Francisco. El gasto desproporcionado de Oakland y del gobierno federal en los presupuestos de las fuerzas policiales y militares y al mismo tiempo las reducidas inversiones en las comunidades urbanas – y el desmantelamiento sistemático de la red de seguridad social – todos esos ataques se deben entender como parte de esa larga historia racista que mencionamos más arriba.

Una nueva generación radicalizada

En este momento, nuestras comunidades y movimientos se enfrentan a muchas necesidades críticas. Vemos la necesidad de expresar nuestra indignación, sentir dolor y sanar de nuestros traumas individuales y colectivos, debemos crear estrategias para conseguir nuestras demandas, para identificar claramente a los responsables y luchar contra el racismo en pro de la liberación. Las protestas masivas, la creación de arte, la construcción de coaliciones comunitarias y el liderazgo inspirador de una nueva generación radicalizada impulsando el movimiento por la justicia social son sólo unas pocas de las muchas expresiones maravillosas de nuestra resistencia y recuperación. Las masas conscientes y comprometidas son la mayor amenaza para nuestros enemigos. Nuestro trabajo no ha terminado. La lucha continúa. “Es nuestro deber luchar por nuestra libertad. Es nuestro deber triunfar. Debemos querernos y protegernos los unos a los otros. Lo único que podemos perder son nuestras cadenas”. -Assata Shakur