Photo David Lumb -17 agosto- animalnewyork.com

Por María Zamudio

La desilusión y desolación vivida en el 2010 cuando el Acta Federal DREAM no fue aprobada en el Senado fue enorme. No sólo por la cantidad de trabajo requerido para que el Acta Federal DREAM llegara a una votación en el Senado, sino también porque los “aliados” que pensábamos que teníamos (demócratas en el Senado) no proveyeron el apoyo que precisaba el proyecto de ley. Le faltaron 5 votos al proyecto de ley, 5 votos para proveer un camino directo hacia la ciudadanía para millones y sus familias.

Sin embargo, no desanimó a aquellos que estaban haciendo avanzar al movimiento DREAM, y sirvió para clarificar varias cosas. Por ejemplo, qué podemos esperar realísticamente de los políticos; que debemos desarrollar opciones creativas; y que debe realizarse una ampliación de objetivos para llevarnos hacia un cambio en cómo enmarcamos el movimiento DREAM. Ya no podía ser solamente sobre los estudiantes indocumentados y los derechos que merecen (como gente de muchos logros), sino que se debía convertir en una visión de descriminalización de la migración y contra la marginalización de todos inmigrantes.

Éste es el contexto dentro del que debemos ver la victoria de acción diferida si queremos actualizar esta visión por completo.

Si bien la Acción Diferida provee los alivios que fueron negados en el 2010 y es muy necesitada, no es el fin de la lucha, por varias razones. Una siendo que la Acción Diferida no es un camino a la ciudadanía, es temporaria, y puede ser revertida en cualquier momento, dado que es una decisión administrativa y no una ley.

El presidente, a través del poder administrativo, decidió quitar la amenaza de la deportación y proveer permisos laborales para jóvenes menores de 30 sin historial criminal que están en la escuela o tienen un diploma/GED, llegaron a los EE.UU. antes de los 16 años y han estado en el país continuamente desde 2007.

Esta decisión tiene muchos requisitos específicos, provee alivio solamente para un grupo pequeño de gente y lleva el riesgo de ser utilizado para enfrentar a un “tipo” de inmigrante contra otro. La Acción Diferida no provee alivio alguno para jóvenes indocumentados con algun involucramiento, anterior o actual, con el sistema de justicia criminal (que se expande cada vez más y es fomentado por la avaricia corporativa), ni ofrece alivio a nadie con más de 30 años o a jóvenes que no cumplen con los requisitos educativos. Por causa de esas razones, no debemos percibir a la Acción Diferida como una “cura” para todas las causas subyacentes de injusticia inmigratoria.

Durante los años que hemos estado organizando, nuestras preocupaciones y objetivos han sido aclarados y ampliados. En lugar de apoyo institucional, los activistas, artistas y profesionales partidarios de DREAM hemos creado y mantenido un sistema de apoyo e infraestructura para responder a nuestras preguntas, guiarnos hacia recursos y presionarnos para tener éxito.

Es a partir de esta experiencia, y del hecho que no todos comparten el mismo camino, que surgió la comprensión de que una victoria para la justicia inmigratoria es más grande que el Acta DREAM. Y que así debe serlo para poder asegurar que el cuento y la identidad de lxs DREAMerxs no sean utilizados para marginalizar más aún a los inmigrantes en nuestra comunidad cuyas vidas no caben dentro de la historia del/a DREAMerx.

La Acción Diferida no es la solución, y también es una gran victoria que debe ser celebrada por ser el tipo de logro que es. Un gran grupo de jóvenes indocumentados, muchos de ellos mujeres jóvenes, en todo el país, defendiéndose, estratégicamente implementando tácticas de acción directa y poniendo sus cuerpos y sus futuros en riesgo, lograron que el Presidente finalmente hiciera algo.

Este momento debería ser reconocido por el tipo de formadores de movimiento que son lxs DREAMerxs: organizadorxs habilidosxs y apasionadxs que saben cómo atravesar una lucha compleja con objetivos claros y tácticas eficaces, y continuarán haciéndolo.

La Acción Diferida es sólo parte de la victoria; cómo nació, y por quiénes, es parte de esta historia que no debería ser pasada por encima. Eso, y que la lucha continuará, porque soñamos en grande y nuestra gran victoria todavía ha de llegar.