Last Friday Eleanor Duperroir came to our San Francisco office almost in tears. She was sick and tired of trying to deal with Fannie Mae and the property manager they hired by herself. Her electricity had been turned off and the water was scheduled to be turned off that Monday. Her family couldn’t afford to live another day without utilities. CJJC housing counselors helped turn her situation around by successfully pressuring the property manager to respond immediately. Duperrior got her electricity back on that following Tuesday and her water remained on.

Here’s what happened: Eleanor Duperroir, a mother and grandmother has been living in her section 8 Bayview district apartment since 2008. The previous landlord paid for all the utilities ‑ as was stated in the rental agreement. However, after some time the landlord stopped paying the utility bills. The bills climbed to $6,000. The landlord went into foreclosure and in May, Fannie Mae took possession of the property and refused to adequately respond to Ms. Duperrior’s requests that they take over utility payments as the new landlord.

Three weeks ago the water was turned off at the unit. Ms. Duperrior managed to get it back on by opening her own account. Then the electricity was turned off. During that time Duperrior kept calling and faxing Fannie Mae. She was bounced around – from talking to Fannie Mae, the property manager hired by Fannie Mae, PG&E, and the water department.  In tears, she told our housing counselors: “I’ve been faxing and calling for weeks and at this point I’m very frustrated.”

CJJC housing counselors explained the action steps necessary to restore utilities to the property manager through numerous phone exchanges. Upon hearing that we were going to escalate our pressure by sharing the details of this case with our supporters and members, Fannie Mae finally agreed to pay the outstanding balance, and the property manager paid the bill promptly, ensuring that these critical utilities, both light and water, were turned back on for Ms. Duperrior and her family. Victory!

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El viernes pasado Eleanor Dupperoir entro a nuestra clínica de San Francisco a punto de llorar. Estaba cansada de tratar con Fannie Mae y la encargada que ellos contrataron sin tener exito. Su electricidad se había cortado y el agua estaba programada recortar el lunes de la próxima semana. Su familia no podía vivir otro día mas sin las utilidades. Las consejeras de CJJC le ayudaron a mejorar su situación utilizando una estrategia de presión exitosa para que respondiera adecuadamente y de inmediato. El martes se prendió la electricidad de nuevo y el agua siguió sin recorte.

Esto es lo que sucedió: Eleanor Dupperoir, una mama y abuelita vive en su apartamento bajo sección  8 desde el 2008. El dueño previo pagaba todas las utilidades como estipulado en su contrato de alquiler. Sin embargo después de un tiempo, el dueño dejo de pagar las utilidades. La suma de la cuenta creció a $6000. Se embargo la vivienda y en mayo Fannie Mae tomo posesión de la propiedad y se reusaron a responder adecuadamente a las peticiones de parte de la Sra. Eleanor a que se encargaran de poner las utilidades en su nombre y tomar cargo de los pagos.

Hace tres semanas se corto el agua. La Sra. Dupperoir pudo poner la cuenta en su nombre para prender el agua de nuevo. Luego se recorto la electricidad. Durante ese trayecto, la Sra. Duperroir seguió llamando y mandando faxes a Fannie Mae para que se responsabilizaran. Con lagrimas en los ojos le explico a nuestras consejeras: “He estado mandando fax y llamando por semanas y ahora estoy frustrada.”

Las consejeras de CJJC le explicaron a la encargada los pasos necesarios para restaurar las utilidades en varias llamadas telefónicas. Al saber que íbamos a incrementar nuestra presión por medio de compartir esta historia con nuestros apoyadores y miembros, Fannie Mae por fin acordaron de que pagarían la cuenta pendiente y la encargada lo pago rápidamente, asegurando que estas utilidades criticas, tanto la luz como el agua, se re-establecieran para la Sra.  Dupperoir y su familia. ¡Victoria!